El SMSL constituye la primera causa de muerte posneonatal (entre el primer mes y el año devida) en los países
desarrollados, suponiendo el 40-50% de dicha mortalidad. Su frecuencia varía geográficamente. Entre los países con tasa alta (3 a 7 por mil nacidos vivos) se encuentran Australia (especialmente
Tasmania), Nueva Zelanda e Irlanda del Norte. Los países occidentales tienen, en general, una tasa intermedia (1 a 3 por mil nacidos vivos), mientras que Hong Kong, Japón y Suecia presentan una
tasa baja (0,05 a 1 por mil nacidos vivos).
La verdadera incidencia de la muerte súbita en España no está bien establecida. Son escasoslos estudios de epidemiología
de muerte infantil realizados en nuestro país. La tasa de mortalidad publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) entre 1985 y 1995 fue del 0,3‰-0,4‰. Es muy probable que haya
existido una infradeclaración por un inadecuado registro de la causalidad del fallecimiento en los
lactantes.
Desde el inicio de las campañas preventivas educacionales acerca de la muerte súbita, iniciadas en torno a 1994, se vio un descenso de
la
prevalencia de SMSL de 1,37 por 1000 nacidos vivos en 1987 a 0,57 en 2002 en Estados Unidos (2). Similares descensos se han apreciado enotros países, comprendidos
entre un 30% en Japón y un 82% en los Holanda y Noruega (3).
En los últimos años, las tasas de prevalencia del SMSL se han estabilizado en
la mayoría de países, por lo que persiste un fondo de
preocupación por encontrar nuevos factores de riesgo y afrontar de nuevo la lucha para disminuir su prevalencia (4). [Tabla 1]
Hay un predominio del sexo masculino en la mayoría de los estudios, con
aproximadamente un 50% de sobretasa respecto al femenio. Lamáxima incidencia se produce entre los 2 y los 3meses de edad, siendo poco frecuentes los casos antes de las 2 semanas de vida y
después
de los 6 meses.
La gran mayoría de los casos ocurren entre la media noche y las 9 de la mañana, por lo que se ha
supuesto que acontecen durante el sueño. También predominan los casos acaecidos en los meses fríos y húmedos (doble incidencia), respecto a los cálidos y secos, tendencia que también
muestra, en menor grado, el resto de la mortalidad postneonatal.
Se desconoce el porqué, pero la incidencia y la importancia de cada factor de riesgo varían según la raza. Por ejemplo, el bajo
peso tiene un riesgo relativo menor en negros que en blancos americanos.
Además del dramatismo del fallecimiento, lo inesperado del mismo y las circunstancias en
las que se produce, ocasionan un tremendo impacto en las familias, en quienes con frecuencia deja secuelas importantes.
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